Ötzi: El Hombre de
los Hielos
Al final de la página podrás ver toda su historia
Una fría tarde de primavera en plena montaña de los Alpes, un hombre corre apresurado
entre la arboleda. Está herido por una flecha que le ha alcanzado en la espalda
pero no es consciente de la gravedad. Sólo quiere alejarse del peligro. Poco a
poco se le empieza a nublar la vista, tropezándose con la maleza y dando tumbos
de un árbol a otro. Sus aperos no hacen más que dificultarle la huida pero no
quiere por nada del mundo despojarse de ellos. Demasiado esfuerzo y trabajo
cuesta conseguir un buen abrigo y unas buenas herramientas de caza como para
deshacerse de ellas. Sigue ofuscado en su huida.
Pero, ¿huida de qué? ¿De quién? Finalmente, exhausto por el esfuerzo cae
rendido abrazándose a la hierba y fundiéndose en el manto de bosque comenzando
un letargo milenario hasta nuestros días.
Algo muy parecido a esto sucedería hace más de 5000 años en el Valle de
Ötzal donde un hombre del Neolítico (Ötzi para los amigos) murió y fue
sepultado por toneladas de hielo hasta que en 1991 el matrimonio Erika y Helmut
Simon encontró su cadáver apareciendo de entre los hielos. Helmut y Erika eran
aficionados a la montaña y una de esas jornadas que solían hacer de paseo se
toparon con un cuerpo de espaldas en la nieve. No era nada extraño encontrar de
vez en cuando algún cadáver de montañeros en los Alpes con lo que el matrimonio
pensó en un primer momento que se trataba de un descuidado excursionista que no
tomó las precauciones adecuadas. Hicieron lo que tenían que hacer: llamaron al
equipo de salvamento y se pusieron manos a la obra para sacar el cuerpo de la
nieve y el hielo.
Pero pronto empezaron a hacerse preguntas. El cuerpo tenía un color
extraño, carecía de pelo y no había rastro de cuerdas o material de montaña
alrededor. Conforme fueron sacando el cuerpo se dieron cuenta de que no se
trataba de una persona moderna sino que era un descubrimiento muy peculiar. Sí,
se trataba de una persona pero de mucha más antigüedad de la que pensaron en un
principio. La noticia se difundió y el hallazgo se hizo de dominio público en
poco tiempo. Incluso el cuerpo fue bautizado muy hábilmente como “la momia de
Ötzi” en referencia al monte Ötzal donde apareció.
PRIMERAS INVESTIGACIONES
Los primeros estudios se llevaron a cabo en Innsbruck y empezaron a
sucederse los sorprendentes descubrimientos. Sus útiles se encontraban casi
intactos, hasta el mango de madera de su hacha se encontraba completo. Lo que
hoy en día se conoce sobre a vestimenta del Neolítico prácticamente se lo
debemos a Ötzi. Su kit de caza era impresionante.
La prueba del carbono-14
realizada al cuerpo y a su vestimenta otorgó una cronología de ¡5300 años! Es
decir, que se trataba de una persona del Neolítico. Este cálculo apresuró una
excavación en el lugar donde fue encontrado para conseguir más información y se
consiguió recuperar más útiles y ropa del difunto. También permitió establecer
con mayor exactitud el lugar del hallazgo siendo Italia y no Austria, como se
pensó en un primer momento, el país al que se le otorgaba tan ilustre galardón
por apenas unos metros de diferencia. Pero hubo de esperar hasta 1998 para que
la momia fuera trasladada a Bolzano donde hoy se encuentra en “su” museo construido específicamente para
albergar la historia y todo que rodea al descubrimiento de Ötzi.
En el estudio del cuerpo se realizó una serie de radiografías que sacaron a
la luz una punta de flecha en el hombro de Ötzi. Ello llevó a estudiar con más
detalle el cuerpo lo que permitió encontrar numerosas heridas en manos y torso,
y abrió una nueva teoría sobre su muerte: Asesinado. Todo indicaba a que el
personaje había estado envuelto en una pelea con otras personas y que fue
abatido. Gracias a estudios del ADN se ha podido descubrir tres tipos de sangre
diferente. Incluso la hoja del cuchillo de sílex de Ötzi está manchada de
sangre que no es suya. Pero los investigadores han ido más allá y han propuesto
la teoría de que el conflicto, la refriega, la reyerta fue entre un hombre del Neolítico
hábil y con buenas herramientas, ropas y recursos, Ötzi, y otros con menor
preparación.
¿Y cómo puede llegar a plantearse eso?
Pues parece que la punta de flecha que Ötzi tenía
en su hombro era de peor calidad que la del Hombre de los Hielos. ¿Por qué?
Pues porque la punta de flecha de Ötzi fue usada y contenía sangre con lo que
tras ser lanzada, fue recogida para su reutilización. Sin embargo la flecha del
enemigo se rompió al intentar ser extraída en el cuerpo de Ötzi. Se piensa que
tras morir fue movido su cuerpo por alguien debido a la forma con la que fue
encontrado (el brazo en posición no natural). Hay dos teorías en este sentido.
O que un compañero al verle agonizar le sustrajera la flecha para intentar
curarle o que fuera el enemigo en un intento de recuperar su munición. Sin
embargo me resulta extraño que cualquier persona, al ver un tipo que agonizaba,
no se hiciera con sus herramientas de última generación para aprovecharlas. Un
buen equipamiento sería sinónimo de supervivencia.
Características físicas y material que llevaba
Hombre de unos 1’60 metros. con tatuajes en las
muñecas, tobillos, rodilla y en la espalda (posiblemente como solución
terapéutica para la artritis).
Salud: se ha encontrado en su intestino restos de un parásito
que le provocó disentería y una molesta diarrea. Parece que padeció artritis, y
su nariz y algunas costillas muestran roturas curadas antes de su muerte.
Probablemente se las rompería y curaría a lo largo de su vida. Tenía los pulmones
negros de inhalar dióxido de carbono (¿de las hogueras tal vez?). Uñas
agrietadas por un período de enfermedad y por trabajos manuales. Dientes
separados y desgastados por usarlos como herramienta de desgarre. Un estudio
reciente ha sacado a la luz que tenía caries que
le provocaría un gran dolor.
Equipamiento: arco de madera con 14 flechas
(dos de ellas enteras), punta de sílex y plumas en el extremo que sugieren que Ötzi
tenía gran habilidad con el arco. Mochila, capa de hierba y estopa, gorro,
abrigo de piel de oso, calzas (leggings) de piel de ciervo, un delantal de
piel, cinturón y calzado de piel de oso relleno de hierba. Un hacha con hoja de
cobre y con mango de madera (el único conservado de la época neolítica) que
apuntan a un cambio de era entre la piedra y el metal, un cuchillo, una red,
una cuerda y un trazo de hueso a modo de afilador dos recipientes de corteza de
abedul con evidencias de fuego (uso para calentar comida). Unos hongos con
propiedades antibióticas que los usaría como medicina para heridas. Unas
piedras para hacer fuego.
Su última cena: se encontraron restos en su
estómago de cereales, pan, carne y fruta. Había comido muy bien antes de correr
hacia la muerte.
El hallazgo supuso un salto importante en el
conocimiento de la vida neolítica. Toda una cápsula del tiempo que se paró hace
5300 años para volver a hacer tic tac en nuestros días.
¿Y los
descubridores del hallazgo qué?
Al matrimonio compuesto por Helmut y Erika se le otorgó una
recompensa de 4000€ por el fantástico hallazgo. ¿Tú la hubieras aceptado? Pues
ellos no. Lo tomaron como una ofensa al considerarlo poco en comparación con la
relevancia del descubrimiento. Tras muchos años de litigio, en 2008 un tribunal
le otorgó finalmente una recompensa de 150.000€. Por desgracia Helmut no
disfrutó nunca de este dinero ya que, en 2004 Helmut perdió la vida
en uno de sus paseos habituales por la montaña al precipitarse por una ladera y
murió. La montaña le dio renombre, la montaña le quito la vida. ¿Paradojas del
destino?
EL A.D.N. DE OTZI
Tenía los
ojos marrones y hundidos, y una rostro surcado de arrugas que le hacía parecer
un anciano aunque se cree que tenía unos 45 años. Además, también
sabíamos que comía cabra -su estómago estaba lleno de ese tipo de carne cuando
murió- y que era poca cosa: pesaba unos 45 kilos y no supera el 1,60 de altura.
Los
investigadores han descubierto que Ötzi tenía algunos problemas de salud.
Sufría de las arterias y tenía caries en los dientes, Ötzi sufría de una
enfermedad del corazón, una infección bacteriana y caries, era intolerante
a la lactosa, se atiborraba de cabra montés y tenía los ojos castaños.
Además, ha encontrado pistas sobre el paradero de sus parientes vivos más
cercanos, que, curiosamente, pueden vivir en Córcega y Cerdeña.
Para tener
una mejor idea de la ascendencia de Ötzi y echar un vistazo a algunos de sus
rasgos genéticos, el equipo de Zink secuenció el ADN de los núcleos de las células
tomadas de una astilla de hueso de la pelvis del hombre de hielo. La
secuencia representa alrededor del 96% del genoma de Ötzi.
El
genoma de Ötzi también apunta a otros problemas de salud. tenía una bacteria que causa
la enfermedad de Lyme. Se especula que los tatuajes encontrados en
el cuerpo en la columna vertebral, los tobillos y detrás de su rodilla derecha
podrían haber sido un intento de tratar el dolor en las articulaciones que
produce este mal.
Otro de los
aspectos más interesantes de la secuenciación del genoma de Ötzi son sus
ancestros y orígenes. ¿Le quedan parientes vivos? Su cromosoma Y posee las
mutaciones más comunes entre los hombres de Cerdeña y Córcega, y su genoma
nuclear sitúa a sus más cercanos parientes de hoy en día en la misma zona.
LA
MALDICIÓN DE OZTI
Analizaremos
la increíble historia del hombre antiguo mejor conservado del mundo. Una momia
del neolítico rescatada de los hielos alpinos y que se ha llevado la vida de
siete personas relacionadas directamente con su hallazgo. ¿Maldición o macabra
casualidad?
En plató el psiquiatra forense Dr. José Cabrera expondrá, con una
réplica de la momia, las causas de la muerte y la forma de vida en el
Neolítico.
CUARTO MILENIO: minuto 39.15
Otzi, el Hombre de los Hielos
Ha estado muerto desde hace más de 5.000 años y se le ha sometido a todo tipo de pruebas científicas durante los últimos 20.
Sin embargo, Otzi o el Hombre de los Hielos, como se conoce el famoso cadáver momificado sacado de un glaciar en los Alpes italianos, sigue manteniendo muchos secretos.
Ahora, a través de una autopsia como ninguna otra, los científicos intentarán desentrañar los misterios que guarda esta antigua momia, revelando no sólo los detalles de su muerte sino también de sus costumbres y forma de vida. ¿Cómo vivían los humanos en la época de Otzi, la edad del cobre? ¿Qué comían? ¿ A qué enfermedades tenían que hacer frente?